Enrique Cortina Vallejo “Quique”

Nombre: Enrique Cortina Vallejo “Quique”
Fecha nacimiento: 23/08/1986 (22 años)
Lugar: Madrid (España)
Demarcación: Delantero, Mediapunta, Interior izquierdo.
Equipos: Valencia CF, CF Crack’s, CF Don Bosco, Universidad de Valencia.
Palmarés: 5 trofeos máximo goleador de liga, Campeón de liga 97/98, Subcampeón Holland Cup, Subcampeón Alpen Cup, Subcampeón Gasteiz Cup, Subcampeón Trofeo Juego Limpio, Campeón Trofeo Cartagena, Subcampeón Torneo Zagreb.

Nací en Madrid un mes después del Mundial de México’86. Creo que me gusta el fútbol desde antes de llegar al mundo ya que acompañaba involuntariamente a mis padres al Estadio Santiago Bernabéu a punto de nacer. Desde bien pequeño ya le pegaba patadas a todo lo que me encontraba por delante y crecí viendo jugar a una de las mejores generaciones que ha tenido el fútbol español, la quinta del “Buitre”. En mi casa siempre se ha respirado un ambiente futbolero. Mi padre me ha llevado por campos de toda España para que viera los mejores partidos y a los mejores equipos. Nunca olvidaré la famosa final de la Champions League en Milán cuando injustamente perdió el Valencia ante el Bayern.

Empecé a practicarlo seriamente en la escuela del Valencia teniendo a grandes entrenadores como López Ufarte. Tras dos años como valencianista decidí cambiar de aires y jugar en el CF Cracks. Allí pasé mis mejores años como futbolista. Aprendí muchísimo y tuve grandes maestros como Muñoz, Rafi y Rodri Gimeno, Jara, San Félix, José Ángel y Abelardo. Con Cracks viajé por todo el mundo y conocí el fútbol europeo. Jugamos prestigiosos torneos en Holanda, Austria, Croacia o Suecia. Tras formar parte del Cadete Autonómico tomé una de las decisiones más difíciles de mi vida. Dejé de jugar con una de las mejores generaciones de jugadores de Cracks y fiché por el Don Bosco. Don Fernando fue mi gran valedor y siempre apostó por mí. En Don Bosco aprendí lo que es el fútbol juvenil, en el que juegas en campos complicados donde no te regalan absolutamente nada.

En mi segundo año, mi entrenador, Lorenzo Palomares, me probó como interior zurdo y me acoplé perfectamente a esa posición. Me decía que tenía que explotar mucho más mi tiro desde larga distancia y mis entradas por sorpresa desde la segunda línea. Él me enseño otras facetas del juego y siempre le estaré muy agradecido. Antes de finalizar mi último año de juvenil, Antonio Astorgano, entrenador del equipo de la Universidad de Valencia me dio la oportunidad de dar un salto más en mi carrera y jugar en un equipo amateur con muchas aspiraciones. Con la Universidad de Valencia competíamos en la liga federada a la vez que en la universitaria. Algo que voy a volver a vivir con el Mount Mercy College. Mi próximo equipo muy lejos de casa.